Con más de 40* de Fiebre y con un estado físico en el cual sentía que me moría nos fuimos al medio de las Sierras a buscar algunos lugares que sabía iban a gustarle a los chicos y que Federico se iba  a sentir cómodo. Lo lindo de vivir en Provincias como Córdoba es que siempre hay lugares. Y si bien les comento que los lugares no hacen la foto, aportan lo suyo: preparan a quienes van a ser fotografiados a un humor diferente de acuerdo a la temperatura, el ambiente, los colores, sonidos y texturas. Y soy de los que encuentra lugares donde sea, siempre hay un rinconcito donde hacer fotos y disfrutar. Incluso enfermo y a punto de sentirme caer. No es para nada fácil hacer lo que uno disfruta hacer cuando no puede ni siquiera pensar, pero a pesar de todo, momentos hermosos surgieron de esta particular Sesión.

La predisposición de los chicos fue increíble y siento que trabajando me olvido de algunas cosas, y podemos conectarnos y concentrarnos en lo que teníamos que hacer. Una tarde de calor, caminando entre arboles, piedras y agua que bajaba de las sierras. Con ustedes un pequeño resumen de la sesión previa de esta hermosa pareja.